Uno de las quejas más comunes de las personas que viven en las grandes ciudades es aquella referida a 'sentirse o estar bien'. Claro. Es que los problemas del hogar, la congestión vehicular, el presupuesto familiar, los problemas de los hijos, el riesgo de ser asaltado y la vida alterada de todos es como para repetir el lema "¡Paren el mundo que quiero bajarme!".
Muchos creen que una isla o una burbuja podrían solucionarles la vida, pero seguro que en esas circunstancias se sentirían abandonados y carentes de sociabilidad. Es decir, tampoco llegaría la tranquilidad.
Entonces, ¿cómo entendernos? ¿Cómo encontrar esa paz interior que todos anhelamos?
"Vive la vida loca", canta Ricky Martin, mientras que la recordada Celia Cruz estableció que "La vida es un carnaval". Esos temas parecen invitaciones a pasarlo bien y despreocuparse. A dejarse llevar por el ritmo de la vida...
Claro que quienes lo hacen, luego se sienten cansados, agobiados y arrepentidos. ¿Entonces? Son cientos los consejos que se pueden entregar para poder estar bien. Desde practicar técnicas orientales, como el yoga, hasta leer un libro simple.
DESDE LO PSICOLÓGICO
"Lo principal es saber que todos merecemos tener estados de tranquilidad, a pesar de que a veces se nos acumulen los problemas. Lo primero es que al levantarse en la mañana uno tenga una buena predisposición hacia todo lo que realizará durante el día. Esa actitud servirá para enfrentar las dificultades con otros ojos. Eso es fundamental".
Existen personas que tienden a pensar que sus problemas no tienen solución y que existen cero posibilidades de que puedan relajarse y estar en paz consigo mismas.
Eso no es así, obtienes lo que piensas y buscas.
DESDE LO FÍSICO
Desde el punto de vista de la salud, obviamente que un estado alterado va a conseguir que la persona comience a sentir malestares de distinto tipo.
Es común comprobar que numerosas personas sufren problemas estomacales, dolores de cabeza, tensiones en la espalda o agotamiento, debido a problemas que no han podido superar. Es normal que uno tenga pequeños inconvenientes de salud, pero el tema es grave cuando eso se prolonga en el tiempo y las personas no son capaces de convivir con las dificultades.
Está comprobado que si uno compatibiliza la tensionada vida diaria con ejercicios, momentos de reflexión, lectura o conversación relajada con amigos, las cosas se ven de distinta manera. Las personas tienden a creer que para estar bien consigo mismas deben irse a vivir a una isla o tener todo el dinero del mundo, pero la solución no es esa. Todos tenemos problemas, unos más graves que otros, por lo que lo importante es buscar cada uno su propio sistema para relajarse, para encontrar la paz interior y lograr superar los malos momentos.
DESDE LA SOCIOLÓGICO
No siempre es la persona la que tiene un carácter fuerte o la que está de mal genio, ya que el medio que la rodea y el momento social que le ha tocado vivir es un gran factor para que reaccione de diferentes maneras.
Los temas económicos, los problemas familiares y aquellos que se llevan desde el trabajo son los que dejan mal y evitan que uno esté bien consigo mismo". "Muchas veces las personas se sienten menoscabadas, ya que sienten que no pueden hacer nada frente a sus dificultades. Así, hay muchos que llegan hasta la depresión y eso ya es un tema grave.
Entonces, "Es en ese momento cuando comienzan las comparaciones con los demás, con lo que tiene el vecino o vecina, la 'suerte' del amigo o amiga, lo feliz que es aquel familiar. Se comienza a dar valor a la propiedad, al automóvil, a los bienes en general. Eso, por cierto, que no ayuda en nada a estar en paz".
Nunca es bueno compararse con los demás, porque siempre habrá personas que tienen más, ya sean bienes o atractivo personal.
Está comprobado que la reflexión y el conocimiento de sí mismo es lo mejor para estar bien con uno mismo, porque así cada cual sabrá de qué manera encontrar ese estado de tranquilidad.
Se debe tener presente que ese 'estar bien consigo mismo' no es un estado permanente, por lo que hay que estar alerta para ir renovándolo siempre.
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